La Passiflora o “flor de la pasión” es una planta de apariencia extraordinaria. Se encuentra entre las plantas trepadoras perennes que crecen al aire libre en climas templados. Su origen se encuentra en Sudamérica.
Su nombre tan particular, musical podría decirse, es una fuente de curiosidad y los orígenes suelen confundirse. Generalmente, se acepta que los sacerdotes que poblaron Sudamérica provenientes de la Europa hispánica conquistadora encontraron comparable el aspecto de la planta con la representación de la pasión de Cristo. Los nativos de las regiones selváticas conquistadas desconocían estas tradiciones y escuchaban los relatos con sorpresa y admiración.
Se les decía que los diez segmentos que presenta esta flor representaban a los apóstoles (menos dos, Pedro y Judas). Por otra parte, la corona de filamentos era la representación de la corona de espinas que soportó Cristo, colocada por sus verdugos. Los cinco estambres con que cuenta la planta se identificaban con las llagas de Cristo. Los tres estigmas representaban a los clavos con que se sujetó a Jesús a la cruz mientras que la hoja de cinco lóbulos era la figura de la mano de Cristo. Finalmente, los zarcillos representaban a los látigos de los sayones. Para muchos, esto es sólo fantasía. Lo cierto es que pocas plantas encarnan tanto simbolismo.
Debido a las particulares características de la Passiflora, debe ser emplazada en lugares soleados, preferentemente en tierra arcillosa que por lo mismo pueda conservar la humedad. No obstante, es muy resistente y de ser necesario, puede adaptarse a casi todos los suelos. Respecto de la temperatura ideal, al tratarse de una planta sumamente resistente, puede sobrevivir en ambientes de hasta -5º C.
En cuanto a su tamaño, se trata de una planta voluminosa que supera los dos metros en su momento de máximo esplendor, alrededor de los tres años, aunque no es raro encontrar ejemplares de hasta seis metros y hasta más si crece en áreas favorables.
Otra de las características de la Passiflora es su versatilidad, resistencia y adaptabilidad. Soporta muy bien el frío y las más adversas condiciones. Su particular flor es otro de los atractivos que presenta con su caleidoscopio de colores entre los que destaca el azul.
Cuidados y precauciones de esta especie
Sin embargo, no se destaca por el aroma que despide. Antes bien, su olor es suave, no pasa de una fragancia placentera y con poca personalidad. En el verano produce sus frutos de color anaranjado de forma ovoide. A pesar de ser comestibles no se comparan con el verdadero fruto de la passiflora edulis, la llamada granadilla tropical. La passiflora se adapta perfectamente a los interiores y puede tener una vida plena también en esos ambientes.
Los buenos jardineros aconsejan lo siguiente a fin de lograr una correcta propagación de esta particular planta. Primero acodar los brotes cuando empieza el otoño. Una alternativa es utilizar esquejes semimaduros al finalizar el verano. Se los coloca en una mezcla de arena y turba dentro de un propagador a una temperatura de alrededor de 25°, sobre un calentador apropiado.
Las especiales características de la passiflora requieren su poda para eliminar los brotes débiles o que presenten daños, siempre durante la primavera. Deberá cuidarse permanentemente de mantener sin embargo una estructura fuerte y firme en la planta, especialmente en zonas templadas. En las zonas frías, debido a la presencia de las devastadoras heladas el corte deberá efectuarse al nivel del suelo. Para lograr el mejor resultado, es conveniente que durante el otoño las pasifloras se cubran con una capa que las proteja de las inclemencias del tiempo.
La passiflora se suele ver atacada por algunos virus que dañan sus hojas lo que las perjudica grandemente ya que de esa forma, desprovistas del reparo natural que brindan las mismas se ven vulnerables al ataque del frío. Entre la fauna perjudicial se encuentran la mosca blanca y los pulgones.
Variedades de la Passiflora
Algunas variedades características de la Passiflora la constituyen la passiflora caerulearacemosa (Passiflora caerulea x Passiflora racemosa). Esta clase de planta posee flores pendulares de gran belleza, blancas y púrpuras. Otra de las variedades aunque esta vez aún más selecta, es la “Eynsford Gem”, en las que predomina en color rosado tendiendo a púrpura.
Por último, la passiflora incarnata es otra de las variedades más remarcables. Su belleza es tal que es extraño que no sea plantada más frecuentemente. Se caracteriza por necronizarse en su base todos los años. Es una de las que soporta temperaturas más bajas (hasta -15°). Sus flores son rosas, blancas y malvas.
Conclusión
Como habrás observado, la Passiflora es una de las mejores especies que podemos encontrarnos no solo para el verano sino también para el resto del calendario, y con su aspecto bello tiene unos cuidados que no son tan específicos como en el caso de otras.
Via cuidatujardin.com
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