El vinagre es un producto conocido por todos ya que se usa en la cocina habitualmente. En los últimos tiempos mucha gente preocupada por el medio ambiente le ha ido encontrando muchos más usos al vinagre.
El vinagre, sobre todo el concentrado, es un arma infalible para la limpieza del hogar. Un producto cuyo ingrediente básico no es más que ácido acético diluido en agua y que no incorpora ningún producto más. También en el jardín podemos sacarle partido al vinagre y en esta ocasión nos centraremos en cómo utilizar el vinagre como herbicida.
Podemos usar cualquier tipo de vinagre en el jardín, desde el que usamos para la mesa hasta los más concentrados que sólo se usan para limpieza. Dependiendo del tiempo que tengan las malas hierbas podremos usar un tipo u otro de vinagre. El vinagre que usamos habitualmente en casa tiene una concentración de ácido acético del 5% y como herbicida sólo nos servirá con las malas hierbas anuales de menos de 2 semanas de vida.
Hay que mojar bien las hierbas y procurar no dañar los cultivos de alrededor, el vinagre no hace discriminaciones y quema las células de las plantas. Podemos usar para su aplicación una máquina de pulverizar, una pistola con spray o incluso cuando las malas hierbas se encuentran entre el cultivo, un pincel. Echamos vinagre en un recipiente y mojamos el pincel, a continuación “pintamos” las hojas de las malas hierbas y nos aseguramos así que sólo éstas sufrirán los efectos del vinagre.
Cuando se trata de combatir malas hierbas perennes o anuales ya maduras, el vinagre corriente ya no será efectivo. Habrá que usar vinagre concentrado que contenga una proporción de ácido acético en torno al 20%. Éste tipo de vinagre podemos encontrarlo en centros de jardinería. Cuando usemos algún sistema de pulverización hay que tener en cuenta no hacerlo en días de viento o que amenacen lluvia.
Vía: guiadejardineria.com
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