Transplanta tu cactus, cada dos años. Hazlo a una maceta, siempre de arcilla. Además deberá tener un buen drenaje y si no haz unos agujeros en la base de la misma. Luego añade la tierra. Si puede ser, utiliza un abono orgánico con fibra de coco, hojas, corteza, turba… etc. Al rellenar de tierra la maceta, no lo hagas hasta el borde. Deja unos 5 cm de espacio, de esta forma el cactus crecerá mejor.
Por otro lado, el riego deberá ser poco. Con una vez por semana que se nutran de agua, tus cactus estarán espléndidos. Por ello son plantas que puedes dejar tranquilamente en casa e irte de viaje durante unos días. Es cierto que en invierno, hay que regarlos con más frecuencia.
Esto se debe, a que son plantas de interior y puede que el clima esté más seco debido a las estufas y radiadores. Esto hace que la humedad disminuya, desfavoreciendo a tu planta. Por este motivo debes regar con más frecuencia.
Cada vez que riegues (una vez a la semana) hazlo hasta ver como sale el agua, por los agujeros de drenaje. Después no vuelvas a regar, hasta la próxima semana. Además siempre comprueba que la tierra esté un poco seca, al hundir un dedo en la superficie. NO encharques la maceta.
Por último, este tipo de cactus son plantas que necesitan estar en zonas muy bien iluminadas. Ponerlo al lado de la ventana, es una gran idea. También se pueden poner en el suelo, la lado de una cristalera que haya en un espacio iluminado. No lo pongas directamente al sol, durante demasiadas horas.
Via decoracionyjardines.com
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