Arce blanco, un árbol muy decorativo y fácil de cuidar

Los árboles destacan, no sólo por su altura, sino también por ser muy decorativos. Hay especies que gustan más que otras, pero todas ellas tienen en común que, si se plantan en los jardines adecuados, se verán muy hermosas, como el arce plateado.

Esta es una planta ideal para tener en regiones templadas, donde crecerá incluso en climas algo más cálidos como el mediterráneo. Es, pues, perfecto para revitalizar ese rincón que se te ha quedado vacío .

El arce blanco, cuyo nombre científico es Acer saccharinum, es originario de la mitad este de los Estados Unidos. Pertenece a la familia Sapindaceae, y crece hasta una altura de unos 30 metros, con un diámetro de copa de 8m. Es, por lo tanto, un excelente árbol para poner plantas de sombra debajo, que necesitará terrenos amplios para poder desarrollarse correctamente.

Sus hojas son palmadas, con el haz verde brillando y el envés plateado, y caen en otoño. Florece en primavera, antes de que broten las hojas, y en poco tiempo verás que empiezan a desarrollarse las semillas, llamadas sámaras. Éstas terminan de madurar pronto, en verano, momento que se puede aprovechar para sembrarlas.

Debido a que los Estados Unidos suele verse afectado por tormentas tropicales, es frecuente que el tronco de este hermoso arce tenga madera brillante. Una característica que aumenta más si cabe su valor ornamental. Además, tiene un crecimiento rápido, por lo que en pocos años podrás tener un ejemplar muy interesante. Lo único que debes tener en cuenta es que sus raíces pueden llegar a romper los cimientos, por lo que hay que plantarlo a una distancia mínima de 10m de cualquier construcción y/o instalación.

Es importante ponerlo en una exposición soleada, y regarlo con frecuencia, especialmente en verano. Por lo demás, es una de las especies de arces más adaptables, pudiendo soportar temperaturas comprendidas entre los -6ºC y los 40ºC.

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