La importancia de este género dentro de la jardinería requeriría de una extensa disertación.
Baste con decir que las encantadoras variedades de Prímulas proporcionan una infinidad de colores para alegrar cualquier terreno rico, algo húmedo y con un poco de sombra.
El género está integrado por alrededor de 550 especies vivaces y perennes que destacan por su larga floración, fácil cuidado y la resistencia al frío.
Constituyen un grandioso grupo y la mayor parte de sus especies viven en lugares pantanosos. Una vez establecidas, muchas de ellas dan semillas que al caer dan lugar a nuevas plantas que rápidamente forman verdaderas colonias.
Todas son muy interesantes y aunque una buena parte florecen en primavera también hay variedades que lo hacen en verano y otras en invierno, incluso pueden hacerlo de forma intermitente a lo largo de toda la temporada.
Las Prímulas son también llamadas Primaveras, por anticiparse a otras muchas plantas en florecer al inicio de dicha estación. Una buena parte de estas plantas son excelentes para rocallas.
La paleta de colores es interminable, sobre todo en el conjunto de hibridaciones.
Pese a que les gusta contar con un suelo húmedo, no soportan el agua sobre sus hojas, ya que favorece la infección por moho gris.
Mientras las plantas se encuentren en flor hay que abonarlas quincenalmente con un buen fertilizante soluble.
En el terreno medicinal estas plantas tienen numerosas propiedades curativas que se emplean en diferentes dolencias.
Hay que advertir que siempre antes de tomar la decisión de utilizar cualquier planta con fines medicinales se debe consultar a un experto.
Generalmente se las trata como plantas de temporada, que una vez finaliza su floración se desechan, pero no hay problema en conservarlas para que florezcan una temporada más.
Sólo es cuestión de nutrir oportunamente el suelo para fortalecer a los ejemplares, en algunos casos es posible que la floración sea algo más pobre que en su primer año.
Via plantayflor.blogspot.com.es
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