Febrero: Frutas y verduras de temporada

Frutas de temporada en Febrero:

- Aguacate: El fruto del aguacate tiene vitaminas A, C, D, E, K y vitaminas del complejo B, que son tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, biotina, vitamina B-6, vitamina B-12 y ácido fólico, así como potasio. El Aguacate por su contribución de Vitamina E actúa como antioxidante, interviene en la estabilidad de las células sanguíneas y contribuye a reducir el riesgo de múltiples enfermedades, entre ellas, las cardiovasculares, las degenerativas e incluso el cáncer. 

- Arándanos: muy nutritivos con  múltiples propiedades medicinales para el tratamiento de afecciones urinarias y diabetes, además de que la anthocianina, que de da color azul al fruto, disminuye la acción de los radicales libres, asociados al envejecimiento, cáncer, enfermedades cardíacas y Alzheimer. Protegen y fortalecen las paredes de los capilares,  pequeños vasos sanguíneos, por lo que es útil en el tratamiento de venas varicosas, flebitis y hemorroides, al igual que en la prevención de problemas de la visión causados por la ruptura de pequeños vasos sanguíneos en los ojos. 

- Chirimoya: Su contenido de fibra le confiere propiedades laxantes. La fibra previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de la glucemia (niveles de azúcar en sangre) en la persona que tiene diabetes. Además, por su riqueza en potasio y bajo aporte de sodio, resultan muy recomendables para aquellas personas que sufren de hipertensión arterial o afecciones de vasos sanguíneos y corazón. 


- Kiwis: Proporcionan cantidades importantes de fibra soluble, que ayuda a normalizar los niveles de colesterol y facilita el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento. El kiwi es una excelente fuente de vitamina C. Un solo kiwi cubre de sobra las necesidades diarias de esta vitamina tanto para un adulto como para un niño. También es rico en vitamina E y ácido fólico. De esta manera, el kiwi refuerza el sistema inmunitario, que defiende al organismo, previene de posibles infecciones (resfriados y gripes, entre otros), y favorece la absorción del hierro (por su riqueza en vitamina C).

- Limones: Por sus propiedades refrescantes, antisépticas y su contenido en vitamina C, el limón alivia ciertas afecciones de las vías respiratorias, así como algunas inflamaciones de la garganta, afonía y amigdalitis. Esta es la razón por la que se hacen gárgaras con el zumo de un limón diluido con un poco de agua tibia. Su poderosa acción antibacteriana y antiviral sienta bien a las gargantas doloridas, úlceras de boca y gingivitis. 

- Mandarinas: es una de las frutas que más carotenoides presenta en su composición. La actividad antioxidante de estos elementos fitoquímicos y de la vitamina C, proporcionan al alimento propiedades fisiológicas que van más allá de las nutricionales propiamente dichas. Los antioxidantes combaten la acción nociva de los radicales libres, sustancias responsables del desarrollo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y cáncer.  

- Manzanas: la manzana es, después del membrillo, una de las frutas más ricas en taninos, sustancias con propiedades astringentes y antiinflamatorias. Algunas de las acciones de los taninos son secar y desinflamar la mucosa intestinal, por lo que resultan eficaces en el tratamiento de la diarrea. Favorece la eliminación de líquidos corporales, siendo muy adecuada en casos de obesidad, enfermedades reumáticas. 

- Naranjas: Contienen ácido málico, ácido cítrico -ambos son desinfectantes y alcalinizan el organismo-, ácido oxálico y ácido tartático. El ácido cítrico es además depurativo y desinfectante intestinal, actúa como analgésico en dolores estomacales, fortifica los músculos del estómago, disuelve los residuos acumulados y facilita la secreción de los jugos gástricos necesarios para digerir los alimentos. Es más, esos mismos efectos de limpieza de residuos y de estimulación de las funciones se producen también en el hígado, el páncreas –su contaminación por el almacenamiento de grasas es la causa de numerosos trastornos- y la vejiga.

- Peras: es un alimento diurético, uricolítico (disuelve el ácido úrico), depurativo, laxante, remineralizante, estomáquico, astringente y sedante. Por su bajo contenido en hidratos de carbono y en sodio resulta recomendable para diabéticos, hipertensos y para quienes hayan padecido enfermedades cardíacas. De gran valor en casos de reumatismo, gota, artritis, estrés, anemia, diarrea, obesidad e hipertensión arterial. 

- Plátanos: Su alto contenido de hierro hace que los plátanos estimulen la producción de hemoglobina en la sangre, contribuyendo sensiblemente a sanar los casos de anemia. Por su textura suave y lubricante, el plátano se usa en la dieta como alimento indicado para los desórdenes intestinales. El plátano constituye uno de los alimentos más nutritivos que nos ofrece la naturaleza, especialmente potasio, vitamina B6 y ácido fólico.

-Pomelos: el pomelo es muy adecuado en la prevención de aquellas enfermedades que son el resultado de la degeneración progresiva del organismo como la degeneración macular o los problemas cardiovasculares. El pomelo es muy útil en caso de padecer enfermedades del aparato respiratorio; para eliminar parásitos intestinales; para tratar verrugas, hongos, candidiasis, quemaduras, eccemas… y para prevenir la caries y fortalecer las encías. 

- Uvas: Cuidan el sistema inmunológico y previene la formación de coágulos en la sangre. Reducen la hipertensión arterial, así como la formación de cataratas, protegiendo la visión, y ayudando a prevenir la inflamación. La uva posee un efecto diurético beneficioso en caso de hiperuricemia o gota, así como litiasis renal (favoreciendo la eliminación de ácido úrico y sus sales), hipertensión arterial u otras enfermedades asociadas a retención de líquidos.

- Almendras: El aporte de Vitamina E de las almendras las convierten en un aliado fiel a la hora de proteger el organismo de los radicales libres, el envejecimiento y el estrés, además de fortalecer la piel, e incluso prevenirnos de enfermedades cutáneas o ayudarnos a superarlas. Su aporte de calcio, que proporcionalmente es uno de los mayores del espectro de alimentos de qué dispone el ser humano, fortalece nuestros los huesos.

- Avellanas: Las avellanas son un alimento que destaca por su contenido en vitamina E, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos poliinsaturados, magnesio, fibra, calcio, vitamina B, vitamina B6, potasio, vitamina B9, fósforo, hierro, zinc, hidratos de carbono y proteínas. 

Verduras de temporada en Febrero:

- Acelgas: La acelga goza de numerosas aplicaciones medicinales, por ser emoliente, refrescante, digestiva, diurética, diaforética y nutritiva. Se emplea con éxito la decocción de las hojas en las inflamaciones de la vejiga y contra el estreñimiento. Igualmente presta valiosos servicios en las hemorroides y en las enfermedades de la piel. 

- Ajo: Combate las infecciones, es un potente antiinflamatorio, aumenta las defensas, mejora la circulación, previene la arteriosclerosis, disminuye el exceso de grasas en sangre, previene la hipertensión, alivia el dolor, es un eficaz expectorante, está indicado en problemas del aparato respiratorio y es diurético y estimulante. 

- Alcachofas: favorecen la rápida digestión y eliminación de grasas, ayuda a eliminar adherencias y toxinas en los intestinos y sangre, ya que es rica Fitoesteroles, una sustancia que ayudan a restringir la absorción de colesterol a nivel intestinal y de esa manera impiden su acumulación en el organiso. Colaboran con la función hepática, se utiliza para curar enfermedades vinculadas a este importante órgano como la cirrosis, intoxicación, hepatitis), ictericia, etc. 

- Apio: Considerado uno de los mejores diuréticos vegetales que existen, además remineraliza el organismo, desintoxicarlo, depurar la sangre, mejorar la digestión, disminuir la presión arterial, regular el peristaltismo intestinal, abrir el apetito y aliviar dolores articulares además de prevenir y combatir el cáncer. Sin olvidar que tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, expectorantes y sedantes. En suma, otro de esos alimentos que no deben faltar en nuestra mesa. 

- Berros: el berro es un alimento muy rico en nutrientes: contiene altos niveles de vitaminas A, B y C, así como cantidades considerables de yodo, calcio, potasio, zinc, magnesio o hierro (éste último incluso en niveles superiores a las espinacas), aminoácidos, fibra. 

- Borraja:  posee buenas cantidades de vitamina C y de pro-vitamina A (beta-caroteno), ambas de reconocida acción antioxidante. La vitamina A o retinol contribuye al mantenimiento y reparación de los tejidos corporales, favorece la resistencia a las infecciones, es necesaria para el correcto desarrollo del sistema nervioso y para la visión e interviene en el crecimiento. Además, es reconocida por su acción antioxidante, al igual que la vitamina C. Ésta última interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos, además de favorecer la resistencia a las infecciones y la absorción de ciertos nutrientes de los alimentos (hierro, ácido fólico y ciertos aminoácidos). 

- Brócoli: Aporta elevadas cantidades de vitamina C, hasta el punto que una ración de 200 g contiene más de tres veces las recomendaciones diarias de vitamina C. La vitamina C tiene poder antiviral y mejora la salud cariovascular. También contiene contiene luteína, un antioxidante importante para la salud de los ojos y gran cantidad de glucosinolatos, por lo que se le atribuyen efectos anticancerígenos. El brócoli es la hortaliza con mayor aporte nutricional por unidad de peso comestible. 

- Calabazas: son muy beneficiosas, especialmente para los diabéticos, ya que regula el azúcar en sangre. Tienen propiedades diuréticas, con lo cual son beneficiosas en caso de retención de líquidos. Sus propiedades depurativas mejoran los problemas intestinales. Por eso es un alimento que nos ayuda a mejorar los síntomas del reuma, ya que es un buen diurético y en casos de artritis e inflamaciones articulares. El efecto diurético y depurativo que tiene la calabaza es una buena manera de mantener unos riñones en perfectas condiciones. 

- Canónigos: Es una fuente interesante de betacaroteno, vitamina C y ácido fólico. Tiene propiedades diuréticas, depurativas y laxantes. Se consume fresca en ensaladas. 

- Cardos: El cardo se asemeja en la composición nutritiva a la alcachofa. Al cardo se le reconocen sus propiedades coleréticas, hepatoprotectoras y diuréticas, entre otras, debido a su contenido en cinarina e inulina. Si se toma cruda en ensalada, el contenido de esta vitamina es mayor, ya que es sensible al calor, por lo que al cocerla se pierde una cantidad importante de este nutriente.
 
- Cebollas: Es un gran desinfectante, por lo tanto comerla sobre todo cruda, nos ayuda a protegernos contra las enfermedades infecciosas. De forma tópica combate la caspa y la caída del cabello, haciéndonos fricciones en la cabeza, con su jugo frecuentemente. También es muy buena para todas las afecciones respiratorias, cuando tenemos tos, catarro, resfriado, gripe, bronquitis. 

- Chirivías: La chirivía es una planta muy utilizada en casos de hipertensión, gota, fiebre, retención de líquido crónica, reuma y problemas de origen pulmonar. En algunos países también se emplea la chirivía como cura de problemas intestinales. Como nutriente general la chirivía es una raíz incluso más completa que la zanahoria.

- Coliflor: se aconseja por su alto contenido en fitoquímicos (glucosinolatos, isotiocianatos e indoles). Estos contribuyen a la prevención de algunas enfermedades degenerativas y a estimular el sistema inmunológico por su carácter antioxidante. Por su excelente contenido en folatos, la coliflor es una verdura a tener en cuenta en la dieta de la mujer embarazada. La deficiencia de esta vitamina durante las primeras semanas de embarazo puede provocar en el futuro bebé defectos del tubo neural, como la espina bífida o la anencefalia.  
- Espinacas: El elevado contenido de vitamina K en esta verdura hace que tomar las espinacas sea beneficioso para una correcta coagulación de la sangre. Este alimento también es beneficioso para el metabolismo de los huesos. El ácido fólico o vitamina B9 de las espinacas, hace de este un alimento muy recomendable para su consumo en etapas de embarazo o de lactancia.

- Judía verde o alubia: reducen la presión arterial, son diuréticas, por lo que mejoran los casos de retención de líquidos, por su contenido en ácido fólico está recomendado en el embarazo, para casos de artritis o gota, mejora los casos de anemia gracias a su aporte en hierro y calcio y poseen acción antiinflamatoria. 

- Laurel: En infusión, las hojas de laurel son capaces de aliviar las molestias estomacales (reducen los gases, son buenas para los espasmos intestinales y ayudan a tener una correcta digestión) y mejorar los dolores renales. El laurel también regula la menstruación y se considera un diurético, por lo que ayuda a eliminar el exceso de líquidos.

- Lechugas: Tiene la cualidad de poseer efectos sedantes y tranquilizantes, por lo tanto calma los nervios, alivia las palpitaciones y controla los problemas de insomnio. Es ideal consumir la lechuga en forma de zumo antes de acostarse. 

- Lombarda: muy recomendada para personas que sufren afecciones respiratorias. Al reducir el colesterol, nos ayuda a proteger nuestro corazón de enfermedades cardiovasculares. Además tiene la cualidad de eliminar e inhibir la acción de agentes cancerígenos.  

- Nabos: aporta vitamina C y folatos. La vitamina C además de poseer una potente acción antioxidante, interviene en la formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos. Asimismo favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. 

- Patatas: combaten la presión arterial, son diuréticas, poseen vitamina C, y minerales como el potasio y socio, son beneficiosas en casos de problemas estomacales o del hígado, y en casos de cálculos renales. De forma tópica mejoran el estado de la piel, su correcta cicatrización, ojos cansados e incluso moratones. 

- Perejil: El perejil, al ser un alimento rico en potasio, ayuda a una buena circulación, regulando la presión arterial por lo que es un alimento beneficioso para personas que sufren hipertensión. El potasio que contiene este condimento ayuda a regular los fluidos corporales y puede ayudar a prevenir enfermedades reumáticas o artritis.

- Pimientos: Los pimientos poseen antioxidantes, altos contenidos de betacaroteno y vitaminas B2 y E, por lo tanto previene enfermedades degenerativas y crónicas. También contienen capsicina, la cual es alcaloide y ayuda a estimular las secreciones gástricas, la función vesicular y favorecer notablemente al tránsito intestinal. 

- Puerros: los puerros tienen propiedades diuréticas y mejoran el tránsito intestinal, combatiendo el estreñimiento. Beneficiosos ante afecciones respiratorias, mejora la circulación sanguínea previniendo hemorroides, coágulos, varices, etc. Colabora en la disminución del colesterol y posee efecto antibiótico. 

- Rabanitos: favorecen el drenaje del hígado y la vesícula biliar, estimulan la producción de bilis, eliminar del organismo desechos y toxinas, regulan las funciones del colon o tratan trastornos digestivos además de fiebre, infecciones intestinales, úlceras, resfriados, reumatismos o gota, por mencionar sólo algunas dolencias. Además varios de sus principios activos le confieren importantes propiedades antimicrobianas, antioxidantes, expectorantes, diuréticas, inmunoestimulantes, depurativas y anticancerígenas. 

- Remolacha: Si te encuentras débil, convaleciente o con anemia, no te puedes faltar la remolacha, además previenen defectos de nacimiento  y ayudan a luchar contra enfermedades cardíacas, mejoran nuestro sistema digestivo, y el inmunológico.

- Repollo o Col: es muy beneficiosos para los casos de ácido úrico, así como para la retención de líquidos, también regula el funcionamiento hormonal, posee acción anticancerígena y antiinflamatoria, mejorando los casos de reuma y artritis. Es también aconsejado para las úlceras estomacales o aplicado externamente para mejorar el estado de la piel. 

- Romanesco: es rica en vitamina C, nos protege del cáncer, potencia nuestras defensas y así poder evitar todo tipo de enfermedades. Durante el invierno resulta muy beneficiosa para

- Zanahorias: Su riqueza en antioxidantes hace de la zanahoria un eficaz neutralizador de radicales libres protegiendo las membranas de las células e impidiendo que se altere su material genético. Por tanto no sólo ayuda a prevenir las enfermedades degenerativas –cáncer incluido- sino a ralentizar el proceso de envejecimiento del organismo.

- Garbanzos: Por su alto contenido en vitaminas, proteínas y minerales, destacando el hierro, son legumbres muy energéticas, nutritivas y equilibradas que, además, poseen propiedades medicinales múltiples no difundidas pese a estar al alcance de todos los bolsillos. Sus fibras y activos como folatos y el magnesio, entre otros elementos, lo hacen ideal para reducir el llamado colesterol malo, beneficia el tránsito intestinal, recomendable para la diabetes, anemia, problemas del colon, hipertensión, es anticancerígeno, diurético y reconstituyente.

- Lentejas: destacan por su alto contenido en fibra, hidratos de carbono, vitamina B9, hierro, vitamina B6, vitamina B, magnesio, potasio, fósforo, cinc, proteínas y calorías. El resto de nutrientes presentes en este alimento, ordenados por relevancia de su presencia, son: vitamina B3, agua, vitamina B2, vitamina E, sodio, calcio, selenio, ácidos grasos poliinsaturados, vitamina C, carotenoides, grasa, yodo, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos saturados y vitamina A. 

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