Peraciones necesarias para un césped en condiciones

Una vez que hemos elegido el tipo de césped, no viene mal saber 6 operaciones básicas que debemos aplicar en nuestro césped si queremos que el manto verde y tupido que deseamos tener, se mantenga como lo imaginamos todo el año. Únicamente son 6 operaciones que se realizarán en diferentes épocas del año. ¿Sabes cuáles son?

Las siegas y las pisadas. La dura prueba de nuestro césped

Cuando vemos un jardín, ya sea público o de una casa o finca, vemos, árboles, flores, parterres y varios elementos que nos llaman la atención y realmente el césped juega en segundo plano. Parece que el césped se supone que tenga que estar ahí, sin coste, sin cuidados, lo puedes pisar y no le pasa nada. ¿Seguro?. Para los que lo tienen que cuidar, bien sabrán que el césped requiere de tareas diversas para mantenerlo sin calvas, de un verde uniforme y bien cortadito y delimitado.

Las siegas repetidas y los pisoteos continuos son la prueba más dura para un césped y no todas las variedades aguantan igual este estrés mecánico al que lo sometemos. Ya vimos las diferentes mezclas que podemos hacer en la entrada de los tipos de césped según el uso etc.

Además de la siega y los tratamientos contra enfermedades, aquí os presentamos 6 pasos que ayudarán a mantenerlo en perfecto estado. Algunos son laboriosos. Hemos dicho 6 pasos, no 6 sencillos y fáciles pasos… ;-) Vamos a ello.

1. Escarificación y aireado

El aireado y escarificado son operaciones cuya finalidad es evitar el apelmazamiento o compactación del mismo y evitar el crecimiento de musgos, por ejemplo. Para airearlo, basta con agujerear el césped de forma regular con una horca en dos pases perpendiculares. Estaremos soltando un poco el césped y evitaremos la temida compactación. En primavera es esencial hacer un aireado y en otoño también se puede hacer otro.

La escarificación permite además levantar lo que se denomina fieltro. El fieltro es un compendio de césped aplastado, raíces y tierra aplemazada que se va haciendo cada vez más impermeable. Rascando con la horca, levantaremos el fieltro y además nos llevaremos por delante unas cuantas malas hierbas de raíz poco profunda. la primavera también será clave para hacer una escarificación del césped.

2. Fertilización

La fertilización es otro punto importante, que según el tipo de césped, necesitará más o menos. La fertilización ayuda al césped a crecer más robusto y con más vigor, impidiendo o dificultando por lo menos, el crecimiento de algunas malas hierbas. Otras crecerán igual de fuerte o más que el propio césped pero para esto estamos nosotros, para eliminarlas. La base de esta fertilización deberá ser nitrogenada aunque no viene mal una fertilización equilibrada en nutrientes.

3. El rulado

Parece que esta operación contradice al aireado en cuanto a su acción mecánica ya que al fin y al cabo, el rulado es para compactar. Es evidente que según el estado del césped le convendrá una operación u otra. Evidentemente, si el suelo es muy arcilloso y tiende a compactarse, el rulado debe obviarse o hacerse  cuando el suelo esté seco. Después de una siembra o resiembra es conveniente pasar el rulo por ejemplo. Si la superficie está muy irregular por desgaste y uso, también se aconseja para nivelar. En otras ocasiones se hace para evitar que se sequen raíces que han quedado levantadas por diversos motivos como puede ser un rastrillado muy severo o por una mala altura de corte.

4. Recorte de los bordes

Aquí entramos en “alta peluquería”. Si queremos limitar los bordes de caminos de grava o tierra, o bien tenemos bordes con macizos de flores, hemos de limitar la expansión del césped cortando con una perfiladora o con una pala jardinera que clavaremos en la zona de corte y con un golpe seco de pie, cortaremos de forma limpia las raíces. Al comienzo de la primavera es el mejor momento para realizar esta operación de corte.

5. Escardas

La eliminación de las malas hierbas es un hecho que se sufre desde siempre en cualquier disciplina agrícola, ya sea para cultivos intensivos como para el jardín de una casa. Siempre están y la lucha está asegurada. Los dientes de león son un compañero habitual así como el llantén entre otras muchas que tienden a invadir el terreno. En un jardín pequeño, las anuales es relativamente fácil deshacerse de ellas de forma manual, con paciencia y algo de tiempo.

El diente de león conviene arrancarlo de raíz, no cortarlo. Tiene una raíz pivotante muy profunda y resistente que debemos eliminar. Existen arrancadoras de raíz que podemos comprar para este propósito. El problema viene con las vivaces, que a no ser que se apliquen herbicidas selectivos, no es sencillo deshacerse de ellas. Todo depende del tipo de césped que se quiera.

    Para un césped como el de un campo de fútbol o de golf, no nos quedará más remedio que acudir a este tipo de herbicidas.

    Si no te importa tener el césped algo más rústico con alguna que otra hierba adventicia, te evitarás estar preocupándote en exceso por el estado del césped y las malas hierbas. Es otra forma más relajada de ver el jardín.

6. La limpieza de hojas en otoño

Ya comentamos hace unas semans lo que suponen las hojas de otoño sobre el jardín. Es bueno quitarlas porque prevenimos las enfermedades criptogámicas. El típico rastrillo ligero de abanico será suficiente para arrastrar estas hojas sin dañar el césped. En la entrada de las hojas de otoño en el jardín podrás ver qué puedes hacer con ellas.

Via agromatica.es

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