La técnica topiaria: poda ornamental

Un jardín puede esconder toda la magia de la mano prodigiosa de su hacedor. En cada color y espacio creado, se combinan arte y vida para originar una pieza perfecta. Sin duda alguna, el talento y la dedicación son inherentes al delicado oficio de la jardinería. Y uno de sus más grandiosas ejemplificaciones son las frondosas y delicadas esculturas de la técnica topiaria.

Esta práctica, que proviene de las remotas épocas del imperio romano, es un tipo de poda ornamental, mediante la cual, en conjunto con la creatividad e imaginación de su ejecutante, se logran tallar verdaderas piezas de artesanía, delineadas con habilidad en frondosos arbustos y árboles.

Quien domina esta ancestral destreza tan solo guiándose de su experiencia y de su mano entrenada, toma unas tijeras como si se tratase de un cincel y, con cuidado y paciencia, va recortando y afinando los ángulos adecuados para dar vida a una especie nueva en el jardín.

Sin embargo, es natural que al iniciarnos en este complicado y majestuoso arte, necesitemos como punto de partida la utilización de plantillas y moldes de alambre, madera o cuerdas, los cuales al engarzarse al arbusto o árbol, facilitarán la delimitación del diseño seleccionado y su progresiva transformación.

Las formas escogidas pueden ir desde las geométricas, recomendadas para los principiantes (pirámides, cubos y esferas) hasta figuras naturales que representen animales.

Para lograrlo es necesario y fundamental elegir el tipo correcto de árbol o arbusto, pues de esto dependerá el éxito de nuestro trabajo. Las especies preferidas son aquellas de hojas perennes y pequeñas, de fisonomía compacta y densa; y que presenten un lento crecimiento. Las más populares son el boj, el tejo, el ciprés y el laurel.

Finalmente, algo adicional que debemos tener en cuenta es que la frecuencia de podado dependerá de factores tales como el diseño escogido y el clima de la zona. En el caso de figuras sencillas, el recorte puede realizarse anualmente; mientras que si se trata de figuras complejas, debe considerarse hacerlo cada 4 a 6 meses. Por otro lado, si el jardín se encuentra bajo los efectos de un clima caluroso, es probable que los ciclos sean más continuos.

Si bien debes concocer algunos conceptos básicos antes de ingresar al mundo de la topiria, recuerda que lo primordial es el esfuerzo y amor que demuestres en la práctica y cuidado de tu jardín.


Via hogartotal.com

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