Las plantas aromáticas


Las plantas aromáticas, un regalo para los sentidos

Las plantas aromáticas son, sin duda, a las que tradicionalmente se les ha prestado más interés. Se han usado desde tiempos inmemoriales para solucionar problemas médicos de poca importancia, por sus propiedades diversas y como condimentos en la cocina más popular. Hoy en día representan una fuente inagotable de principios activos en fitoterapia o aromaterapia. En este reportaje te acercamos a las cualidades de una pequeña muestra y a los cuidados que necesitan.

Un poco de historia

Los aromas y perfumes de las plantas aromáticas han sido utilizados por el hombre desde hace al menos tres mil años. Ya en el antiguo Egipto se cultivaban plantas como el incieso y la mirra para elaborar ungüentos que usaban tanto en el aseo personal como en el embalsamiento de sus muertos.

Cabe destacar, que muchas de las especies de plantas aromáticas proceden de Persia, por lo que no es extraño que los jardines del Medio Oriente tuvieran fama de ser los más fragantes de la antigüedad.

Una afición a la aromaterapia y a la perfumería que durante la Edad Media pasó las fronteras persas y se extendió por Índia y Europa. Pero no fue hasta el siglo XVI, con el cambio de vida derivado de viajes y descubrimientos, que llegaron a Europa nuevas especies traídas del Nuevo Mundo.

Desde entonces, las técnicas de extracción del aroma han ido evolucionando. En el Renacimiento se extendió la técnica de la destilación, más tarde llegarían los perfumes alcohólicos, y en la actualidad multitudes de compañías prosperan dedicadas en exclusiva a esta actividad.

Las variedades de aromáticas

Si conociendo algo su historia y valorando sus cualidades te decides por un pequeño jardín aromático, encontrarás una amplia variedad de especies para formarlo. Existen tanto plantas trepadoras, como arbustos, árboles, bulbos, hierbas y flores de todo tipo. Hoy, desde Portal del Jardín te damos a conocer las más populares y, a su vez, interesantes.

El romero, de la familia de las labiadas, puede ser tu primera adquisición para el jardín aromático. Crece abundantemente y su olor es muy fácil de percibir, incluso antes que de ver! El romero es un arbusto perenne de entre medio metro y un metro y medio, con hojas en forma acicular que contienen aceites esenciales. Precisamente en este punto se percibe su fuerte olor, sobre todo cuando se machacan las hojas.

Este arbusto no sólo perfumará el espacio que le dispongas, sinó que preparado en infusión con una cucharadita de postre de romero por taza es muy útil para disminuir gases, calmar los espasmos, aumentar la tensión arterial y facilitar la menstruación. Externamente, tiene propiedades antisépticas, analgésicas y estimulantes del cuero cabelludo. Además, es un condimento valioso para muchos platos, aunque deberás usarlo con precaución por su fuerte sabor.

La albahaca, de la familia de las lamiáceas, es una hierba anual de crecimiento bajo (40-60 cm), con hojas verdes y flores tubulares de color blanco o violáceo. Es una planta muy sensible a las heladas y requiere sol y suelos fértiles, permeables y húmedos. Esta planta aromática te servirá para alejar a los mosquitos, y sus hojas y flores en infusión te ayudarán a aumentar el apetito y favorecer la digestión. En cualquier plato de cocina te dará un toque estimulante.

Tu nuevo jardín aromático no podrá considerarse finalizado sin Tomillo. Tomillo es el nombre común español con el que se conocen las diversas plantas del género Thymus, de la familia de las labiadas. Los tomillos son plantas perennes, de tallo leñoso y escasa altura que cuentan con hojas diminutas y poseen importantes esencias aromáticas. De hecho, los egipcios utilizaban esta hierba en los embalsamientos. Pero como ese no será tu fin, el tomillo te servirá para dar sabor a las carnes, sopas y guisos. Además, es un remedio ideal para las personas con tendencia a los catarros bronquiales. También es útil para combatir digestiones lentas y lombrices.

Finalmente, si cuentas con un jardín rico en carbonatos, húmedo y herboso, podrás optar por el Poleo. También puedes plantarlo en maceta, ya que no requiere de demasiados cuidados. Esta planta está indicada para la inapetencia y las digestiones lentas y añade un sabor agradable en las infusiones. El poleo, conocido popularmente como menta poleo, florece desde el verano hasta el otoño, por lo que será especialmente ornamental en tu espacio.

De hecho, si buscas ornamentación, el Orégano es una hiberta aromática del género Origanum y viene de una palabra de origen griego que significa: “adorno de las montañas”. En los pueblos asturianos, es la planta que se emplea para las personas “que carecen de estómago”, aludiendo a que las propiedades digestivas del orégano arreglan el mal funcionamento de este aparato interno.

Las mejores variedades para el hogar

Todas las especies que te hemos descrito anteriormente no ofrecen ninguna dificultad y pueden adornar y perfumar cualquier ambiente. Todas funcionan bien en el hogar, ya sea en el interior o en terrazas y balcones.

La mayoría precisa de exposiciones soleadas, por lo que lo más adecuado será sacarlas al exterior mientras permanezca el buen tiempo y retirarlas hacia el interior con los primeros fríos. En el hogar, la cocina es uno de sus lugares favoritos, pues muchas aromáticas tienen usos culinarios y nada mejor que contar con una auténtica despensa natural. Deberás situarlas en las zonas más luminosas y alejarlas de los focos de calor, como hornos, placas y fogones.

Variedades cromáticas en el jardín

Tus aromáticas serán bienvenidas en cualquier parte del jardín. Tan sólo deberás contar con un suelo levemente alcalino y bien drenado para que arraiguen bien. Deberás cubrirlo con grava, arena, paja o corteza de pino para que favorezca la humedad de la planta.

Las aromáticas combinan muy bien con los arbustos, las plantas tapizantes y las gramíneas. Con estas combinaciones componen gamas cromáticas perfectas en caminos, rocallas y junto a los estanques, las fuentes y los pozos.

Ahora no podrás decir que no conoces las principales aromáticas, sus propiedades y, lo más importante, el agradable efecto sensorial que producirán allí donde las sitúes. Te deleitarán con sus perfumes y en tu paladar como condimento culinario. El círculo se perfecciona cuando, además, pueden ayudar a mitigar algunos síntomas de ciertas enfermedades o indisposiciones. Ya no tienes motivos para no contar con una aromática en tu casa o jardín.

Fuente portaldeljardin.com

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