El Bambú de la suerte


El Bambú de la suerte pertenece a la familia de las Drácenas; aunque no se trata propiamente de un bambú, el nombre común se lo debe a su gran semejanza física con las cañas de bambú.

Se trata de un pequeño arbusto de tallos delgados y flexibles, que crecen en las selvas tropicales. Puede alcanzar un tamaño de 1´5 de altura.

Es una planta muy elegante, que se adapta perfectamente a cualquier rincón del interior de casa.

Es sobresaliente la gran popularidad que ha alcanzado en los últimos tiempos debido a su facilidad de mantenimiento, el toque estético que la hace tan decorativa y actual, y sobre todo, a prueba de olvidadizos de riegos, abonados, podas y demás tareas que esta planta no requiere.

Vive sin ningún tipo de sustrato, simplemente se debe colocar en un cuenco o jarrón con el agua suficiente para que cubra las raíces que se debe renovar cada dos semanas; en época de calor semanalmente.

No requiere abonados ni podas, sólo evitar que se seque o que el agua se descomponga.

Se adapta bien a diferentes tipos de luminosidad, pero con luz abundante (sin sol) se desarrollará mejor.

Se puede utilizar de una forma muy decorativa que consiste en colocar el Bambú en un recipiente de cristal transparente y alto, al que se le ha rellenado las tres cuartas partes de su capacidad de piedrecillas de colores que se puede encontrar en cualquier centro de jardinería, con un poco de agua.

Hay que decir que es una fantástica planta para ser cuidada por los niños, ya que no les supondrá ningún trabajo atenderla y pueden ir viendo día a día como se va desarrollando.

Es una magnífica manera de hacer que cuiden de un pequeño trozo de naturaleza y de paso hacemos que desde una temprana edad comiencen a interesarse y a mimar a las plantas.

Fuente plantayflor.blogspot.com

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