La jardinería vertical ha dejado de ser una tendencia en alza para convertirse en una técnica más que se emplea en multitud de ciudades para embellecer todo tipo de espacios. Su principal baza a favor es que no requiere un gran recinto, sino más bien todo lo contrario: una pared de cualquier edificio es apta para plantar líquenes, musgos, bromelias, helechos o cualquier especie que no requiera enraizamiento al suelo.
Existen diferentes fórmulas para crearlos –con estructuras metálicas, paneles de fibra de vidrio, etc.- y lo único imprescindible en todas ellas es que se cree el espacio necesario para que las plantas reciban el abono y el agua correspondientes, de forma similar a los jardines hidropónicos.
Algunos de los ejemplos más llamativos de jardines verticales que se pueden encontrar actualmente, y que ya han demostrado con creces su resistencia y viabilidad, son:
Caixa Forum, en Madrid: Situado en el Paseo del Prado, una de las avenidas más importantes y transitadas de la ciudad, es el primer jardín de estas características que se instaló en España. Diseñado por el creador de esta técnica, el botánico francés Patrick Blanc, tiene 24 metros de altura y está compuesto por más de 15.000 plantas autóctonas y foráneas.
Restaurante José Carlos García, en Málaga: El puerto de la ciudad andaluza acoge este establecimiento que, si ya de por sí se ubica en un entorno inmejorable, cuenta, además, con el atractivo de un jardín vertical especialmente pensado para este espacio. De hecho, la parte del panel que se ubica en la terraza, se compone de plantas autóctonas de los Montes de Málaga –tomillo, lavanda y romero- que, incluso, se emplean en la cocina del restaurante, ya que crecen sin ningún tipo de pesticidas. Y, ya en el interior, los helechos y demás especies buscan recrear el fondo del Mar Mediterráneo.
Aeropuerto Internacional de Edmonton, en Alberta (Canadá): 8.000 plantas de 32 especies diferentes llenan una de las paredes –de 132 metros cuadrados- de este importante aeropuerto canadiense. El diseño se inspira en las obras de los pintores abstractos Donald Flather y Emily Carr y, además, genera un clima más fresco en el interior de la instalación y aumenta la humedad del entorno.
Centro comercial Il Fiordaliso, cerca de Milán (Italia): Según aparece en el libro Guinness de los Récords, una de las paredes exteriores de este recinto está decorada con el panel vegetal más grande del mundo. Sus más de 44.000 plantas de 200 especies distintas se cultivaron durante un año en un vivero y, una vez que estuvo lista la instalación –de más de 1.200 metros cuadrados-, se trasplantaron y ensamblaron para darle el diseño que presenta.
La tienda Antropologie de Londres: Se trata de una cadena de locales de origen estadounidense especializada en ropa y accesorios personales y para la casa. Lo que distingue a la tienda situada en la londinense calle de Regent Street es que una de sus paredes interiores, que se extiende por tres pisos, está repleta de plantas. Este jardín, diseñado por BioTecture, consigue crear un ambiente natural único en el local y, además, destaca porque se riega con el agua de lluvia que se deposita en el techo del edificio.
Via mundojardineria.com
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