Básicamente hay dos formas de plantar a través de semillas, la primera es plantando directamente al suelo - para posteriormente seleccionar las mejores plantas y arrancanr las peores, dejando el espacio previsto necesario entre plantas del jardín.
Podemos también plantar indirectamente, en semilleros. Preparamos bandejas, sembramos y esperamos su desarrollo, hasta que alcancen sus 8-10 centímetros de altura.
Ni todas las semillas irán germinar, así que seleccionamos solamente las mejores plantas para plantar en el jardín.
Es un proceso más laborioso, pero cuenta con algunas ventajas cuando comparado con el plantío directo al suelo.
Cuando plantamos las semillas antes, las plantas crecen más uniformes y más fuertes, ya que algunas especies son muy frágiles cuando emergen de la tierra. Plantando en semilleros, podemos mantenerlas en un ambiente seguro, protegidas del sol, vientos, heladas, lluvia y reduciendo el ataque de insectos y enfermedades a la pequeña planta. Este tipo de problemas podrían comprometer el pleno desarrollo de esta planta en un futuro.
Este tipo de sembradura también evita las perdidas excesivas de semillas en el proceso de elegir las mejores plantas del jardín y arrancar las peores, manteniendo el espacio adecuado entre ellas.
Otra ventaja del plantío en semillas es reducir la necesidad de repetir el plantío. Cuando plantas directamente en tu jardín, podemos tener espacios vacios donde nos gustaría tener plantas, lo que nos lleva a replantar semillas en estos huecos sin plantas.
Es importante resaltar que el proceso de plantar en bandejas es ventajoso para la mayoría de las plantas, pero no para todas. La zanahoria, por ejemplo, cuando plantada en semilleros, puede crecer con la raíz, la parte que consumimos, aplastada o torcida. Este tipo de planta deberá ser plantada directamente al suelo para que tenga el espacio suficiente para crecer.
Via jardineria.pro
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