La alegría de la casa es una de las plantas ornamentales más bonitas y populares que podemos encontrar en muchos jardines, gracias a sus llamativas flores.
Una de sus características principales es que esta planta se adapta a cualquier espacio de la casa y del jardín, mientras esté situada en una zona bien iluminada. De hecho, se la usa tanto como planta decorativa en maceta como para formar macizos y tapizar suelos.
A la hora de cultivarla, debemos tener en cuenta que la alegría de la casa necesita mucha luz si está en el interior de la casa, y un espacio de semisombra si la ubicamos en el jardín. Hay que tener en cuenta el sol directo la podría marchitar.
A la hora de saber cuando regarla, debemos tener en cuenta que esta planta necesita un suelo siempre húmedo, pero sin encharcamientos. Esto significa que debe tener un buen drenaje. También es buena idea que le dejemos un plato debajo de la maceta para que la planta pueda ir absorbiendo por si misma el agua que necesita.
Otro de los cuidados a tener en cuenta a la hora de cultivar la alegría de la casa en casa es el clima. Hay que tener en cuenta que es una planta que no soporta el frío, con lo que en invierno lo pasará muy mal si la plantamos en el exterior. En cambio, en primavera es ideal que disfrutemos de ella en parterres exteriores, o plantada en jardineras en nuestro balcón.
Fuente: jardineria.
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