El paisajismo se renueva: las últimas tendencias
Arte, agricultura y ecología: son los tres ejes en torno a los que giran las nuevas tendencias del paisajismo actual. En realidad no se trata de nuevas corrientes, diferentes y rupturistas: más bien son elementos del pasado, ya conocidos, que pretenden ser compatibles con otros modos más actuales de entender la jardinería. El arquitecto y profesor de arquitectura del paisaje en la Universidad Politécnica de Cataluña, Enric Batle i Durany, explicó todos estos conceptos en las jornadas técnicas que se celebraron en torno a Saver, cuarto Salón de Equipamiento de Jardinería.
La ponencia de Batle i Durany se enmarcó en las Jornadas 'Francisco Domingo' dedicadas a las 'Tendencias en Paisajismo' y organizadas por la Asociación Española de Centros de Jardinería. El arquitecto articuló la charla en torno a una serie de líneas de actuación que conforman las tendencias más representativas del jardín moderno:
Autóctono: en los jardines se utilizan muchas especies diferentes. El jardín por excelencia es el jardín inglés, que reproduce en el interior de una finca el mismo paisaje autóctono que podríamos encontrar en el exterior, es decir, grandes prados y grupos más o menos densos de árboles, todo ello, autóctono y buscando lo mimético. Este tipo de jardín se convirtió en el más extendido por todo el mundo y se reprodujo hasta la saciedad, a pesar de que ciertos climas no fueran los más favorables para este tipo de paisaje. El estilo predominante del paisajismo inglés ya está desapareciendo. Un ejemplo lo encontramos en la ciudad estadounidense de Phoenix. Enric Batle explicaba que, según la tendencia tradicional, las medianas de las carreteras se podrían cubrir con parterres de césped, pero los encargados de paisajismo de la ciudad optaron por la imagen autóctona de Arizona. Los parterres se cubren de gravillas, de donde emergen regularmente algunas plantas autóctonas.
Agrícola: la homogeneidad de las imágenes de los campos dedicados al cultivo es otra de las tendencias de los jardines hoy. Según el ponente, "muchos lugares destinados a parques públicos son resueltos por equipos formados por un paisajista, un agricultor y un artista". Los paisajes agrícolas tienen la ventaja de que ofrecen bonitas estampas vegetativas dependiendo de la estación en la que nos encontremos. Un ejemplo de jardín agrícola sería aquella casa mediterránea que cultiva naranjales en sus rincones verdes; o el cortijo andaluz, que cubre sus terrenos de olivos. Son claros exponentes de una orientación agrícola en sus planteamientos paisajistas, aunque esto no sólo se consigue con ejemplares propios de la agricultura, también con la estética homogénea, rítmica y uniforme que ofrecen las parcelas de cultivo.
Hortícola: relacionada con la anterior, pero aquí el valor a reivindicar es la importancia del huerto, que para muchos, incluido Enric Batle, "es el jardín más perfecto". El uso de las plantas propias de los huertos no sólo es el objetivo, también se busca la misma ordenación, recurriendo a bancales y surcos, con cierto orden geométrico. El Jardín Botánico de Burdeos es un claro ejemplo de jardín de orientación hortícola.
Forestal: parques planteados como bosques: otra de las tendencias fundamentales. En los jardines más grandes incluso se dejan zonas preservadas del paso del hombre para que crezca un sotobosque con fauna y flora propias. La forma de actuar es recurriendo a grandes plantaciones de árboles, aunque el diseño se puede mantener, creando tramas árboreas, formas geométricas con los claros y secuencias rítmicas de distintos ejemplares.
Salvaje: la búsqueda del retorno a la naturaleza lleva a la confección de jardines muy próximos a lo que es una vegetación libre y exuberante. Se intenta crear una sensación de lugares indómitos, mediante flora procedente directamente del medio natural y usando bosques salvajes. Cuando se creó la Biblioteca Mitterrand de París se quisieron diseñar unos jardines que estuvieran en consonancia con esta Biblioteca, un lugar donde todo el conocimiento existente en el mundo se condensa al mínimo. Al final se eligió un bosque salvaje, símbolo de la naturaleza, para lo que reprodujo al milímetro un bosque normando, con especies importadas expresamente de tierras de Normandía.
A la moda: El paisajismo busca el máximo diseño, las mejores tendencias, la creación y el arte. Por eso no deja de ser obligada referencia en el paisajismo moderno el uso de dibujos, formas y colores que recuerden a obras de arte u objetos de diseño. La vinculación entre obra de arte, predominantemente pintura, y jardín va en aumento, asimilando para los parterres las manchas de color de los lienzos y que en el jardín se crean con flores. El arquitecto Enric Batle mostraba, para ilustrarlo, parterres de líneas orgánicas, que recuerdan a artistas como Joan Miró. Las formas geométricas que estén de moda en cada momento se reproducen en los jardines para darle ese aire actual y moderno que también se busca en otros ámbitos de la vida.
Mínimo: Que lo oriental está de moda no es ningún secreto. La filosofía zen y la cultura japonesa ha traspasado fronteras y cada día ejerce más influencia, sobre todo en aquellos que se sienten atraídos por el minimalismo y la simplicidad. La jardinería no podía ser menos y también se ha empapado de los modos japoneses a la hora de diseñar sus espacios verdes. Los jardines zen de gravilla rastrillada son el mejor ejemplo de esta tendencia, donde se buscan los mínimos elementos para componer el parterre. Es importante el uso de elementos no vegetales para el diseño.
Muy sostenible: Aprovechar bien los recursos disponibles no es que sea tendencia en el paisajismo: hoy es fundamentalmente una necesidad. La mayor preocupación por cuestiones medioambientales y ecológicas hace que la sostenibilidad del jardín respecto al entorno y los recursos naturales se convierta poco a poco en una prioridad. La reutilización del agua es clave para alcanzar el equilibrio ecológico. Un ejemplo de ello es la creación de estanques o humedales para aprovechar el agua de lluvia en el riego del jardín.
Todo muy verde: El color por excelencia del jardín es el verde. Tampoco es ninguna tendencia, es una realidad presente en los espacios verdes de todo el mundo. Sin embargo, actualmente se pretende usar el verde hasta llegar al máximo de sus posibilidades. La creación de tapices de este color para edificios, vallas, aparcamientos y otro tipo de unidades constructivas consigue otorgarle un toque natural a los elementos más industriales. Se trata de una concepción nueva del jardín que inunda espacios que en principio le son ajenos, para ofrecer soluciones paisajísticas nuevas y espectaculares.
En movimiento: Dejar a la naturaleza libre, que fluya. Éste es el último concepto esencial que destacó el arquitecto Enric Batle en su ponencia sobre las tendencias paisajísticas actuales. A veces, algunos especialistas proponen lo que, a priori, parecen ideas radicales, como dejar que las hierbas crezcan y formar parterres de maleza, libres de la acción del hombre. Sin llegar a tales extremos, esta premisa no busca otra cosa que acercar el conservacionismo y la ecología al jardín, y dejar crecer aquellas especies que sean compatibles con nosotros y nuestro entorno.
Fuente plantasyhogar.
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