Una de las especies más valoradas por sus beneficiosas propiedades, la melisa puede formar parte de tus cultivos de balcón, y le podrás sacar provecho tanto a su belleza como a sus reconocidas indicaciones.

También conocida como toronjil, por su característico aroma a limón, esta variedad (Melisa officinalis) proviene del centro y sur de Europa y desde tiempos muy lejanos fue usada como calmante de los estados nerviosos.

Sus cualidades tranquilizantes son las más conocidas: en estados de estrés, insomnio y angustia, pero también se ha usado para aliviar palpitaciones nerviosas, espasmos musculares, problemas digestivos y dolores.

Es una planta de clima templado y más bien húmedo, y se cultiva al sol o semisombra. Pide riego moderado y el mejor suelo para plantarla es el que le provea buen drenaje para que no se estanque.  

Una buena mezcla para macetas es la resultante de dos partes de tierra de jardín, una de arena y una de compost.

La mejor forma de siembra para esta especie es la indirecta; se preparan las semillas a fines del invierno, para luego trasplantarlas cuando hayan alcanzado unos 10 cm. Se aconseja prestar atención a la aparición de malas hierbas, y apenas surjan eliminarlas.

Fuente  jardineria.