Consejos para el uso de algas en el jardín

Durante generaciones, los agricultores de las comunidades costeras han fertilizado sus jardines y campos con ellas. Ricas en nutrientes y oligoelementos como el potasio, magnesio, nitrógeno y fósforo, las algas marinas puede ayudar a modificar el suelo del jardín y los beneficios no se detienen ahí.

Cuando las algas frescas se usan en las camas del jardín como abono, su aplicación puede ayudar a mitigar las malas hierbas ya que no introducen semillas de malas hierbas o plagas de la forma en que algunos mantillos vegetales pueden hacer. Las algas contribuyen a aligerar la estructura del suelo. También podemos preparar infusiones de algas para usarlas como fertilizante de rápida absorción.

Si vivimos cerca del mar y tenemos posibilidad de hacer nosostros mismos la recolección de algas seguiremos los siguientes pasos:

    Recogeremos las algas de la parte media de la playa, así estarán un poco más secas que las de la orilla pero no estarán en descomposición como las más alejadas.

    No sobreexplotaremos la zona, las algas cumplen una importante misión en el ecosistema, con recoger una tercera parte de las algas que se encuentren en la zona media de la playa será suficiente.

    Utilizaremos las algas frescas, no es necesario secarlas y además así son un buen sustitutivo del estiércol.
    Se recomienda usar una capa gruesa de algas, una carretilla por metro cuadrado, pero si no podemos recoger tantas usaremos las que podamos.

    Añadiremos parte de las algas al compost, ello acelera el proceso de compostaje.

    Preparar un té de algas es fácil, colocamos algas frescas en un contenedor y rellenamos con agua, las dejamos reposar varias semanas y después filtramos. Podemos pulverizar las plantas con esta infusión, es un excelente fertilizante tanto foliar como para regar las plantas. El único inconveniente es que huele bastante mal, dejaremos el contenedor en la parte más alejada del jardín y a sotavento.

La Universidad de Rhode Island realizó en 2011 un estudio sobre los efectos benéficos del uso de algas en el cultivo de maíz dulce, lo que demuestra su potencial como recurso económico en la agricultura de las zonas costeras. Así que si vivís cerca del mar ya sabéis lo que tenéis que hacer, coger unos cubos de basura y una pala y acercaros a la playa tras la marea o los temporales.

Via guiadejardineria.com

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