Pequeño pero vigoroso árbol original de Australia, de tronco (a veces troncos) de color gris.
Como muchas especies de acacias, tiene filodios como si fueran hojas
verdaderas. Estos filodios son de forma lanceolada, sin pelos, de color
verde azulado, y pueden alcanzar los 25 cm de largo.
En
la base de estos filodios aparecen unas glándulas nectarias que secretan
un líquido azucarado que atrae a las hormigas. Con esta estrategia, la
planta consigue protección por parte de las hormigas frente a otros
insectos que pueden comerse sus hojas.
El follaje es persistente y forma una copa colgante y espesa.
Las flores surgen a principios de la primavera, y son de color amarillo
dispuestas en cabezuelas esféricas sobre racimos terminales y desprenden
olor. Los frutos son legumbres pequeñas de color marrón claro.
Cultivo
Aunque admite cualquier tipo de suelo se desarrolla bien en suelos
sueltos. Resiste bien el viento por lo que se puede plantar como muro
cortavientos. Aguanta la sequía y prefiere de exposiciones soleadas.
Se puede plantar aislado o junto con otros individuos formando alineaciones.
Es una planta colonizadora por excelencia, de germinación rápida y
crecimiento vigoroso, que en algunos lugares, como Sudáfrica, puede
llegar a ser invasora y causar problemas ambientales.
Cuidados
Su madera es muy frágil, como en muchas otras especies del género, por
lo que debe descargarse la copa mediante podas en las zonas muy ventosas
para evitar que se quiebre.
Fuente: jardinactual.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario