La plantas tóxicas para las mascotas


Una planta tóxica es aquella que contiene un principio tóxico que al ser ingerido o puesto de algún modo en contacto con el animal o el hombre puede producir daños a la salud y la vitalidad.

En este caso las plantas ornamentales tóxicas son aquellas especies que se utilizan como adorno y que contienen sustancias que pueden afectar la salud de los animales.

Muchas plantas que cultivamos tienen principios activos de mayor o menor toxicidad para las personas y los animales.

Los compuestos venenosos o tóxicos se distribuyen en toda la planta y con la madurez de esta, se intensifica su nocividad.

Las plantas tóxicas se deben conocer para evitar cualquier contratiempo. La prevención consiste en informar o alejar del alcance de niños y mascotas, así como enseñar a los niños que las plantas no son ni un juguete ni un alimento.

La toxicidad de las plantas puede variar según diferentes factores como la estación del año. El tóxico puede acumularse a mayores concentraciones en épocas de sequía, por ejemplo en los helechos. También influye el estado de crecimiento: algunas son tóxicas en floración, como las prímulas. Otras en época de fructificación dado que el tóxico se concentra en el fruto, por ejemplo la aucuba.

Y, según las partes de la planta; la azalea por ejemplo contiene toxicidad por completo pero el veneno se halla en mayor concentración en las hojas.
Se debe tener en cuenta que las consecuencias de la intoxicación dependerán de la cantidad de materia vegetal ingerida y de la susceptibilidad de la mascota.

En el mundo hay más de 700 especies vegetales reconocidas como potencialmente tóxicas. De éstas, 468 son utilizadas frecuentemente como ornamentales. Y la mayoría son vendidas en viveros, las más comunes son: Potos, Begonia, Hortensia, Lobelia, Lantana, Difenbaquia Euforbia Ficus, Flor de Pascua, Croton, Hedera, Helleborus, Jatropha, Evónimo...

Conociendo las plantas tóxicas y sus efectos nocivos sobre la salud de los animales podemos inferir que un punto clave es la prevención.

Resulta de vital importancia ubicar las plantas peligrosas en lugares estratégicos lejos del alcance de los animales. Se puede rociarlas con productos de sabor agrio (aquellos para evitar que los animales se laman heridas o vendajes) como también se las puede rociar con ají molido diluido en agua. Una técnica que se puede utilizar, mayormente en gatos, consiste en colocar papel aluminio sobre la tierra de las macetas. El contacto con este material le resulta desagradable al animal logrando así disuadirlo de comer la planta. Para los gatos existe la posibilidad de comprar en los centros especializados, unas macetitas con hierba fresca para que ellos se puedan purgar y no deseen hacerlo con nuestras plantas.

Fuente plantayflor.blogspot.com

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